miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Qué podemos hacer?

Aunque práctica, la pila no es energéticamente eficiente. Su fabricación insume 50 veces más energía de la que produce.

• Es conveniente el uso de aparatos conectados a la red eléctrica.

• Preferir las pilas recargables, si bien son más caras y contienen cadmio, su durabilidad las hace menos peligrosas.

• Optar por las pilas alcalinas con mínimo de mercurio.

• No comprar juguetes a pila. En el mercado hay infinitas opciones de las que se puede hacer uso.

• Usar calculadoras o aparatos a energía solar.

• No dejar las pilas al alcance de los niños. Pueden llevarlas a la boca y hacer una inconsciente ingesta de metales pesados con su consiguiente peligro para su salud.

• No arrojar la pila con la basura domiciliaria si no se cuenta en la ciudad con relleno sanitario (que tienen una cobertura especial para evitar la filtración de sustancias contaminantes). Si bien esto continúa alejado de la medida correcta, es lo menos perjudicial por el momento.

• De no contar con el relleno sanitario en la ciudad, iría a parar a los basurales de cielo abierto y contaminará severamente el suelo dañando todo el ecosistema.

• En este último caso es preferible conectarse con organizaciones que se ocupen de la recolección.

• Peticionar a las autoridades pertinentes, tanto locales como nacionales, que se pongan en práctica programas de recolección y reciclado.

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